La estructura de PALLCA es circular, reproduciendo una de las características más importantes de la cosmovisión andina, que a lo largo de los siglos consideró al tiempo como un eterno retorno donde la vida se renueva.
Clementina Zubelza
La luz y el color tienen un tratamiento visual caracterizado por la lucha de los contrastes; la piedra y la lana, la luz y la sombra de los pequeños interiores, la dureza del trabajo y la ternura de los niños, la semilla y el fruto fueron retratadas con un inspirado trabajo de Martín Aibar, Director de Fotografía de Luz de Invierno y El Hombre de la Casa, producciones anteriores del Taller de Cine de Salta.
Martín Aibar, Alejandro Arroz y Mariano Rosa
Por primera vez en la historia del cine argentino, los cinco roles protagónicos fueron interpretados por actores pertenecientes a un Pueblo Originario, el kolla. La piel, los rasgos, y los movimientos corporales andinos serían muy difícil de reproducir con éxito por actores de la ciudad.
Kevin Bustamante, Celina Gutierrez y Clementina Zubelza
A ellos se sumaron Alberto Benegas (El rigor del destino, Tiempo de revancha) Rodolfo Cejas (Luz de Invierno, La niña santa) Lucrecia Ramos (Luz de invierno) David Garros (El aparecido) experimentados actores que llegaron a lomo de mula y caballo para sumarse al proyecto.
Alejandro Arroz y Anastasio López en el estudio armado en AWAWA
Los exteriores fueron rodados enteramente en San Isidro, Iruya y Las Capillas, en cambio los interiores fueron reproducidos en su mayoría en un estudio que se armó en la sede de A.W.A.W.A., La Casa del Abuelo y del Niño, en San Isidro, localidad donde se realizó el 80% del rodaje, debiendo llevar todo el parque de luces meses antes del corte del camino que producen año tras año las lluvias estivales.
Una vital importancia tuvo el vestuario, controlado por el reconocido artista plástico Miro Barraza. Los característicos colores andinos, de una fuerza cromática impactante, contrastan con la dureza de la piedra y la monocromía del barro.
Alberto Benegas
La música de la región es de una gran riqueza. Sus melodías interpretadas con quena y caja tienen un antiguo sabor indígena. La música original de Pallca fue compuesta e interpretada por Bernabé Montellanos, reconocido músico andino que en su larga trayectoria busca ahondar en la música ancestral de su pueblo. Los instrumentos utilizados fueron caja, aerófonos y vientos, además del canto de coplas, cantadas por una ronda de copleros y copleras integrada por las más destacadas voces de San Isidro, en una escena que reproduce la antigua celebración americana del Día de los Muertos.
Ciro Bustamante
Norberto Ramírez, Director de Sonido, realizó la captura del sonido directo y de algunas ambientaciones musicales en el lugar, creando luego una sonoridad propia del Mundo Andino.
El equipo trabajando junto a Fabiola Monteyanos
La cámara casi nunca se mueve, tendiendo a reproducir las características del tiempo que parece detenido en las pequeñas comunidades andinas. Las tomas son estables, largas, con un cuidadoso encuadre y capturadas siempre con trípode, tratando de no hacer evidente la presencia técnica.
El trabajo escenográfico se sirvió de lugares naturales en la mayoría de las escenas, valorando la rica simbología andina utilizada cotidianamente por los kollas. No se interfirió visualmente en los escenarios, sino que se adecuaron para el trabajo de luz y cámara.
Kevin Bustamante, Celina Gutierrez y Clementina Zubelza.
La primera imagen del film es un detalle de un espejo roto de una vieja bicicleta, donde se refleja el paisaje andino, y es ésta imagen la última, donde ésta vez se reflejará la protagonista mirándose.
Imagen partida de un mundo antiguo en el tercer milenio.